[D1M] Ave María, gratia plena (Público)
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[D1M] Ave María, gratia plena (Público)
La sensación del agua helada tocándole los pies le hizo despertar de golpe sin una pizca de aire en los pulmones. Sin poder evitarlo se había sentado y observaba alrededor mientras inhalaba violentamente. Una playa... Estaba en una playa. Había cadáveres en el suelo o tal vez solo era gente dormida. Decenas de cuerpos esparcidos por varias decenas de varas sobre la arena. Parecía un maldito campo de batalla. Nunca había visto uno, pero sin lugar a dudas se parecía a lo que describían los libros. Sobre la arena se encontraba la mitad del barco, la otra mitad había desaparecido.
"¡La virgen!"
Tenía que encontrarla. Se incorporó de un salto y empezó a correr casi a cuatro patas incorporándose progresivamente a medida que avanzaba. Vio al capitán adentrarse en las ruinas del barco y el pánico le invadió. ¡Quizás Reverte también la estaba buscando!
Al llegar al barco se introdujo por la parte quebrada. Allí había decenas de cacharros bien atados. El capitán se había asegurado que los materiales estuviesen bien amarrados ante la tormentas y todo parecía en su sitio. Aunque luego echaría un vistazo decidió continuar escaleras arriba, debía llegar lo antes posible a la cubierta de las damas... Pero al llegar a la cubierta de remos, un fuerte olor a podredumbre le invadió la nariz. Las náuseas subieron por su abdomen y cayó de rodillas al suelo empezando a vomitar. La sensación de malestar era tan enorme que no percibió que nadie más estuviera allí.
Tardó varios minutos en recuperarse, aún con bastante incomodidad empezó a gatear en dirección a las escaleras evitando mirar los cadáveres hinchados de aquellos hombres. Pero su esfuerzo por no ver muertos fue inútil, pues mientras miraba al suelo sus ojos se cruzaron con los inmóviles y vidriosos ojos del capitán Reverte. Un chillido escapó de su garganta mientras se ponía de pie de golpe retrocediendo varios pasos y chocando contra algo humano. Al girarse vio la cara de Pedrín el Zoco, deformada por el agua y con unos ojos ocultos tras unos pómulos hinchados. Volvió a gritar y corrió lejos de ahí. Sus pasos se dirigían a toda velocidad hacia las escaleras, pero en ese momento el suelo cedió bajo sus pies. Un alarido se escapó de su garganta mientras quedaba colgado de su mano a unos cinco metros sobre la cubierta inferior. El pánico se hizo presa de él, no soportaba las alturas.
- ¡¡¡SOCORROOOO!!! ¡Socorro! ¡Ayuda!
" No quiero morir... "
"¡La virgen!"
Tenía que encontrarla. Se incorporó de un salto y empezó a correr casi a cuatro patas incorporándose progresivamente a medida que avanzaba. Vio al capitán adentrarse en las ruinas del barco y el pánico le invadió. ¡Quizás Reverte también la estaba buscando!
Al llegar al barco se introdujo por la parte quebrada. Allí había decenas de cacharros bien atados. El capitán se había asegurado que los materiales estuviesen bien amarrados ante la tormentas y todo parecía en su sitio. Aunque luego echaría un vistazo decidió continuar escaleras arriba, debía llegar lo antes posible a la cubierta de las damas... Pero al llegar a la cubierta de remos, un fuerte olor a podredumbre le invadió la nariz. Las náuseas subieron por su abdomen y cayó de rodillas al suelo empezando a vomitar. La sensación de malestar era tan enorme que no percibió que nadie más estuviera allí.
Tardó varios minutos en recuperarse, aún con bastante incomodidad empezó a gatear en dirección a las escaleras evitando mirar los cadáveres hinchados de aquellos hombres. Pero su esfuerzo por no ver muertos fue inútil, pues mientras miraba al suelo sus ojos se cruzaron con los inmóviles y vidriosos ojos del capitán Reverte. Un chillido escapó de su garganta mientras se ponía de pie de golpe retrocediendo varios pasos y chocando contra algo humano. Al girarse vio la cara de Pedrín el Zoco, deformada por el agua y con unos ojos ocultos tras unos pómulos hinchados. Volvió a gritar y corrió lejos de ahí. Sus pasos se dirigían a toda velocidad hacia las escaleras, pero en ese momento el suelo cedió bajo sus pies. Un alarido se escapó de su garganta mientras quedaba colgado de su mano a unos cinco metros sobre la cubierta inferior. El pánico se hizo presa de él, no soportaba las alturas.
- ¡¡¡SOCORROOOO!!! ¡Socorro! ¡Ayuda!
" No quiero morir... "
Última edición por Padre Adrián el Sáb Jul 12, 2014 1:27 am, editado 1 vez
Padre Adrián- Mensajes : 3
Fecha de inscripción : 02/07/2014
Re: [D1M] Ave María, gratia plena (Público)
El eco de los gritos poco a poco se fueron haciendo paso en su aletargada mente. No entendía cabalmente que habúa ocurrido, donde estaba o que momento del día era. Estaba acostumbrado a madrugar, y por la luz que invadía el sitio donde estaba, podía reconocer que algo extraño ocurría. No terminaría de aclarar estas cosas, pues se incorporó dolorosamente derribando la viga de madera que seguramente le había dejado inconsciente.
Los gritos de la mujer que le había parecido escuchar como en sueños, se volvieron reales a poca distancia de donde se encontraba. Un agujero en el suelo parecía ser el origen, por lo que se acercó tambaleando su ser, mientras comprobaba que el golpe recibido en la cabeza no había hecho mas que un corte.
Mientras se dirigía al hoyo, mirába a los costados intentando entender que estaba pasando. Su mente aún se negaba a aceptar la cruel realidad de la catástrofe. La embarcación había naufragado, y sus restos habían encallado en tierra firme.
Finalmente, caminando lentamente al escuchar el quejido de la madera a punto de cerder, asomó la cabeza sobre el borde del hoyo comprobando finalmente quien era la víctima. No era una mujer, se trataba del cura loco que ha veces había visto actuando como golfo. Lentamente se inclinó y agarró la muñeca del hombre de dios, buscando la mirada del sacerdote.
- ¿¡Cuose..?! ¡Dio! ¡Aferrarse, Patre, levantar el otro brazo e intentar non llevar ambos! Eccole, arriba
Utilizando las menguadas fuerzas, lograría ascender el peso muerto a duras penas. En el momento en que el cura estuvo a la altura del ombligo por sobre el borde, le aferró de la ropa y tiró para el último esfuerzo. Desmoronandose a su vez sobre el suelo firme entre jadeos. Ladeó la cabeza para comprobar que el santo hombre respirase, y dijo mientras intentaba recuperar el aliento.
- Bendizione, Patre. Ivo Palazzi al servicio del señor...¿El apretón de manos ya esta dado, eh?
Los gritos de la mujer que le había parecido escuchar como en sueños, se volvieron reales a poca distancia de donde se encontraba. Un agujero en el suelo parecía ser el origen, por lo que se acercó tambaleando su ser, mientras comprobaba que el golpe recibido en la cabeza no había hecho mas que un corte.
Mientras se dirigía al hoyo, mirába a los costados intentando entender que estaba pasando. Su mente aún se negaba a aceptar la cruel realidad de la catástrofe. La embarcación había naufragado, y sus restos habían encallado en tierra firme.
Finalmente, caminando lentamente al escuchar el quejido de la madera a punto de cerder, asomó la cabeza sobre el borde del hoyo comprobando finalmente quien era la víctima. No era una mujer, se trataba del cura loco que ha veces había visto actuando como golfo. Lentamente se inclinó y agarró la muñeca del hombre de dios, buscando la mirada del sacerdote.
- ¿¡Cuose..?! ¡Dio! ¡Aferrarse, Patre, levantar el otro brazo e intentar non llevar ambos! Eccole, arriba
Utilizando las menguadas fuerzas, lograría ascender el peso muerto a duras penas. En el momento en que el cura estuvo a la altura del ombligo por sobre el borde, le aferró de la ropa y tiró para el último esfuerzo. Desmoronandose a su vez sobre el suelo firme entre jadeos. Ladeó la cabeza para comprobar que el santo hombre respirase, y dijo mientras intentaba recuperar el aliento.
- Bendizione, Patre. Ivo Palazzi al servicio del señor...¿El apretón de manos ya esta dado, eh?
Ivo Palazzi- Mensajes : 4
Fecha de inscripción : 03/07/2014
Re: [D1M] Ave María, gratia plena (Público)
Miró hacia el techo del barco mientras forzaba a sus pulmones a coger aire. “ Válgame el cielo…” Ladeó la cabeza y asintió al siciliano mientras su cara mostraba una sonrisa que más parecía la imitación de un tarado que una sonrisa.
- ¡Dios… le bendiga… hijo! - inhaló fuertemente aire y se incorporó – ¡Es usted un ángel de la guarda! ¡No sé cómo agradecerle lo que ha hecho! ¡Le debo una!
El clérigo miró de arriba abajo al italiano, lo había visto ser arrastrado por una ola y llevado a las profundidades del mar. Pero ahí estaba, vivo y coleando, pero para ser sincero, ese milagro de Dios no era el que más le extrañaba.
- Debemos explorar el barco, Palazzi. Debemos encontrar más supervivientes.
“Debo encontrar la virgen.”
Señaló con la mano hacia la escalera. Reverte estaba muerto y parecía que alguien lo había matado en ese momento. No se atrevía a ir delante.
- Guíe vuestra merced…
- ¡Dios… le bendiga… hijo! - inhaló fuertemente aire y se incorporó – ¡Es usted un ángel de la guarda! ¡No sé cómo agradecerle lo que ha hecho! ¡Le debo una!
El clérigo miró de arriba abajo al italiano, lo había visto ser arrastrado por una ola y llevado a las profundidades del mar. Pero ahí estaba, vivo y coleando, pero para ser sincero, ese milagro de Dios no era el que más le extrañaba.
- Debemos explorar el barco, Palazzi. Debemos encontrar más supervivientes.
“Debo encontrar la virgen.”
Señaló con la mano hacia la escalera. Reverte estaba muerto y parecía que alguien lo había matado en ese momento. No se atrevía a ir delante.
- Guíe vuestra merced…
Padre Adrián- Mensajes : 3
Fecha de inscripción : 02/07/2014
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